Las natillas son unos de los dulces más conocidos de nuestra gastronomía. Suele ser un plato fijo en cualquier restaurante y se trata de una apuesta segura si queremos hacer un postre que guste por igual a pequeños y mayores. Seguro que has disfrutado de las natillas en multitud de ocasiones, pero… ¿te has preguntado cuál es el origen de esta receta?
Aunque se desconoce el origen exacto de las natillas, se cree que su nacimiento se originó en los conventos europeos. La principal razón de esta teoría es por la sencillez de su elaboración y el reducido coste de sus ingredientes (leche, huevos, azúcar), algo que lo hacía un plato idóneo para los conventos. No obstante, hay otra creencia bastante extendida que sitúa el origen de natillas en la repostería francesa durante la época del Renacimiento.
Sea cual sea su origen, no cabe ninguna duda de que las natillas han ejercido una gran influencia en la repostería. Tanto por sus diferentes versiones (nosotros, evidentemente, nos quedamos con las natillas de chocolate) sino también porque han servido de base para crear otros postres, como la crema catalana o el custard inglés.
¡Larga vida a las natillas!
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