El chocolate es un producto que se funde a una temperatura cercana a los 30 grados, por eso cuando lo metes en la boca, puedes notar cómo se funde rápidamente. Esta característica dificulta la conservación del chocolate en nuestra casa durante el verano, por lo que hoy queremos daros unos consejos sobre cómo se debe conservar el chocolate en los meses más calurosos del año.
El calor y la humedad son los dos grandes enemigos del chocolate, por lo que lo ideal es conservarlo en torno a los 15 y 18 grados en un ambiente con una humedad inferior al 60%. Si no cuentas con una despensa que cumpla estas condiciones, la mejor opción es optar por guardar el chocolate en la nevera, aunque el cambio brusco de temperatura hará que el chocolate se seque un poco.
Si optas por el frigorífico, debes tener en cuenta que el chocolate, al llevar azúcar y grasas, absorbe fácilmente los olores que le rodean. Por eso, es importante que cuides la forma en la que lo almacenas, puede ser en un recipiente hermético o bien envuelto en papel de aluminio o film transparente.
A la hora de consumirlo, recomendamos sacarlo de la nevera 15 minutos antes, para que recupere algunas de sus características que pierde al almacenarse en frío. También notarás que al guardarlo en la nevera, el chocolate adquiere un tono grisáceo y blanquecino. No te asustes, a este fenómeno se le conoce como «fat bloom» y se produce porque la manteca de cacao se ha desplazado a la superficie debido a que se trata de una sustancia grasa.
Siguiendo estas indicaciones, podrás disfrutar del placer del chocolate, incluso en verano.
[Fuente: BlastingNews | Imagen: the morsels]
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